Siempre he sido partidario de que las cosas que uno hace y la gente que conoces no te las impone nadie y que siempre, en algún momento, nos marcan de manera positiva o negativa. Por azares del destino (llámese decisiones, consecuencias, acciones, fillintheblankyourself, etc.) a veces no se puede tener todo a nuestro alrededor.
Pablo y yo nos conocimos por un amigo en común. En la plática resultó que venía también a Australia y pues ya estando ambos acá de repente salimos y todo. Y creo que se convirtió en una muy buena amistad y me permitió conocer un poco más de cómo es el mundo chiflado de los científicos jajaja y pues de su vida y lo que hace. También conocí a su novia Mónica y ambos mis respetos.
Ahora Pablo se va y pues sí me agüita de cierta manera porque ya no podré mentarle la madre se volvió un buen amigo mío y me agradan mucho las pláticas filosóficas que nos aventamos desde matemáticas y física hasta las cosas más triviales e insignificantes como su tesis de doctorado la comida y aspectos sociales.
Ahora el podrá disfrutar de las garnachas y toda la comida mexicana. Eso sí, cuando presuma de tal, le aventaré la venganza de Moctezuma (que de 5 veces que lo han hecho, 4 se han enfermado por X o Y jajaja)
Pinche Pablo, ¿por qué te vas? Tu nomás recuerda, no chillo, sólo me sudan los ojos xD Buen viaje de regreso!
Reporteando,
Lalo.
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