Al paso que voy terminaré de contarles esta historia hasta el 3000 jaja. Ya faltan 2 posts [incluyendo éste] así que ahí les va.
Saliendo de Kona el crucero se dispuso a ir al último destino hawaiiano: Hilo. Esta ciudad se encuentra del otro lado de Kona, en la Isla Grande de Hawaii. De ahí quedan más cerca los volcanes y los observatorios. El tour que tomamos fue al Mauna Kea, lugar a 4000 mnmm [metros sobre el nivel medio del mar], lugar donde están los dichosos observatorios.
A todo esto llegamos el 1 de enero y nos tuvimos que despertar temprano [bueno yo me desvelé un poco por la fiesta de año nuevo que hubo en el barco porque el resto no quiso ir] para poder ir al tour. A diferencia de los otros tours, éste era de un grupo reducido [8 personas] y nos fuimos en una camioneta chica. El chano que nos explicó dijo que era su 1er día de trabajo ahí y que daría lo mejor para explicarnos bien el tour [cosa que no hizo del todo jaja] y demás.
Yo iba con mis shorts hawaiianos muy playero yo cuando vamos llegando a un punto medio: a la tienda de artículos del Mauna Kea. Cuando bajamos ni siquiera había abierto, pero hacía muchísimo frío [a diferencia de cuando bajamos del barco que hacía mucho calor] y decidí comprar una pantalonera y también por un café.
Como pueden ver en la foto, estaba haciendo demasiado frío. El chano guía nos prestó unas chamarras aguantadoras para el viento y realmente estaban muy bien para la ocasión. Si hasta eso iba preparado para cualquier cosa jaja.
Entre que íbamos tomando fotos y ver la hermosa vista que teníamos, mi hermana comenzó a marearse de repente. Estábamos a punto de llegar a los 4000 mnmm que sólo se llegan caminando. Sólo 2 personas lo hicieron, pero el resto que somos mortales decidimos quedarnos en la camioneta y ahí cerca. El chano guía nos dio unos Subway de desayuno ligero, pero ése fue el error: darlo a una altura mucho mayor. Mi hermana terminando de comer comenzó a marearse y hasta Oaxaca cantó. Se puso demasiado pálida y prefirió dormirse un poco. Pero ahí no acaba la historia: resulta que yo como a los 10 minutos de haber terminado de comer... ¡comienzo a marearme! Claro, no al grado de bajarme y vomitar, pero sí de ponerme [más] pálido y casi transparente [imagínense la piel de pollo de tianguis pálida nooonono jaja] así que decidí dormir un poco también. Todos los que iban eran más grandes que nosotros y fuimos los únicos que nos mareamos jaja.
Ya cuando nos dejaron en el muelle para subir al barco hacía un calor de la chingada! Y yo con mi pantalonera muriendo de calor. Ya nos subimos al barco, descansamos un poco y para las 5 pm ya estaba zarpando a su último destino: Los Angeles. Yo la verdad ya iba a pedir chamba en el barco para no salir jaja.
De regreso fueron 4 días en altamar, justo como cuando íbamos de ida a Hawaii, pero un viaje así no lo cambio por nada. Claro, tiene sus pros y contras, como aquél que es seasick es mejor que ni se suba. Estu
Un par de días antes de llegar a LA ofreció el barco un buffet muuuuy peculiar, pero ésta es otra historia [el siguiente es el último post, I promise!]
No se pierdan el siguiente y último post donde se verá lo artista que puede llegar a ser un chef, el día que estuvimos en LA y ahora sí, ¡Carita de Coco! [no, no tengo una fijación con ella pero realmente pobre mujer].
Recordando Hawaii para la Base de Datos de Lalo,
Lalo.
0 comments:
Post a Comment