Crónica de unas carnes deseadas...

Monday 5 September 2005

Ayer justamente cuando creía que el fin de semana me iba a empolillar por completo, recibí una invitación para ir a cenar. Puesto que no tenía hambre decidí acompañar a mis amigos. Omar y Nancy me dijeron que fuera a la Suprema Salsa en Cholula, así que los acompañé. Antes de que pidiera Nancy de cenar (porque tenía antojo de carne según Omar) comenzó todo el debraye de la cena.

Antes que llegara la comida para Jarochis (alias Nancy) comenzó el deseo de la carne para ella, y yo como buen reportero de este blog, saqué la cámara para detectar todos los movimientos. En esta fotografía podemos mostrar que ambos tenían antojo de carne, así que me dispuse a tomar las fotos necesarias para evidenciar el estado en el que se encontraban. Sin embargo la comida no llegaba y no llegaba, así que ya no sólo querían carne... ¡querían sus carnes! Así que Omar comenzó a proponerle a Nancy su deseo con un beso.


A todo esto, el joven blogger de este espacio pidió un pay de queso muy rico, que le trajeron casi al momento de haberlo ordenado. Fue tan rápido el servicio para el pay y tan lento para la cena de Nancy y Omar que quedé muy contento y satisfecho con mi cena. A lo mejor no beneficia mucho la foto por las ojeras que trae el chihuahuense, pero de que estaba contento por su pay, lo estaba. Después siguió con su labor periodística acerca de sus amigos, el deseo por carne de Omar y Nancy o por laS carnes de sus amigos.

Por fin llegó la cena que tanto había deseado Jarochis: su gringa con haaaaaarrrta carne. También la hamburguesa que Omar había pedido llegó con verdura y salsa catsup. Así que se dispusieron a comer (dejé también la cámara para que no se sintieran acosados por un paparazzi justo a la hora de la comida. A lo mejor podrían demandarme y podría repetirse la historia de Lady Di, así que mejor lo evité.) Después de una comida es indispensable un postre para quedar con el buen sabor de boca. Yo ya había cenado mi postre y lo tomé como cena, así que me dispuse de nueva cuenta a hacer mi labor periodística. Sin embargo noté que no habían pedido postre, pero que se estaban dando un postre marca ACME. Si no me creen...


¡He ahí la evidencia! Nótese la cara de gozón de Omar y la mano de Jarochis sobre él. Así fue como terminó una cena que, entre risas, pláticas y varias anécodtas contadas y evidencia fotográfica, pudimos disfrutar en grande.

Lo que queda al aire es... ¿acaso Jarochis quería carne, o las carnes de Omar? Creo que no podremos dar un veredicto sino hasta en otro momento. Continuaré reportando e investigando a fondo este... misterio sin resolver... (ti ri ri ri ti ri ri ri...)

Reportando para la Base de Datos de Lalo,

Lalo.

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